No perder(te) por el camino

Porque vivir con dirección no es lo mismo que ir con prisa

¿Cuántas veces has sentido que lo que haces no encaja con lo que quieres?
Que estás avanzando, sí, pero sin saber muy bien hacia dónde. Cumpliendo listas, haciendo esfuerzos, pero con la sensación de que estás olvidando algo esencial en el proceso: a ti misma.

"No perderte por el camino" no es una metáfora bonita. Es una urgencia real.
Una necesidad vital de sostener el rumbo sin dejar atrás tu centro, tu bienestar, tu propósito.

Avanzar no siempre es sinónimo de progresar

Vivimos en una cultura que valora la productividad a toda costa.
Nos enseñan que avanzar es ir rápido, marcar hitos, conseguir resultados. Pero ¿y si lo que estás consiguiendo no te representa? ¿Y si el éxito te aleja de ti?

No perderte por el camino significa parar.
Volver a preguntarte:

• ¿Qué quiero de verdad?

• ¿Para qué estoy haciendo todo esto?

• ¿Esto me acerca o me aleja de mi vida deseada?

Cuando el mapa no es tuyo, el viaje cansa más

Muchas mujeres llegan a mí con la sensación de estar corriendo en una cinta que no diseñaron.
Se sienten desbordadas, productivas… pero vacías.

Y no es porque no sepan organizarse. Es porque están siguiendo un plan que no es suyo.

• Lo que otros esperan.

• Lo que “toca” a cierta edad.

• Lo que vieron que funcionaba para alguien más.

Pero no perder(te) es atreverte a cuestionar el mapa.
Y si hace falta, dibujar uno nuevo.

El método Proyecta V.I.D.A. nace de esa necesidad

Por eso creé este sistema. Porque yo también me perdí.
Y tuve que empezar desde cero, con la brújula apuntando al único lugar que podía sostenerme: mi esencia.

Proyectar tu vida es mucho más que organizar tu agenda o cumplir objetivos.
Es construir desde dentro un sistema que te permita avanzar sin vaciarte.
Sin perder tu paz, ni tus valores, ni tu energía.

Señales de que te estás perdiendo por el camino

• Sientes que todo lo haces "por inercia", pero nada te llena.

• No sabes en qué momento dejaste de escucharte.

• Tus días pasan volando, pero no sabes en qué.

• Estás agotada, pero no puedes parar.

• Te esfuerzas… pero ya no sabes para qué.

Volver a ti es siempre una posibilidad

No importa cuántas veces te hayas alejado de ti.
Cada día es una oportunidad de redefinir tu rumbo y recordar quién eres.
Y eso empieza con una decisión: la de no seguir corriendo sin dirección.

En la Escuela Kocaruka, trabajamos precisamente eso.
No solo planificamos. Nos orientamos. Nos reconocemos.
Y desde ahí, decidimos. Con intención. Con propósito.

¿Y si hoy fuera el día en que eliges no perderte más?

No hace falta que tengas todas las respuestas. Solo necesitas volver a hacerte las preguntas correctas.

¿Quién quiero ser mientras camino?
¿Qué necesito cuidar mientras avanzo?
¿Qué piezas necesito encajar, no afuera… sino dentro de mí?

No se trata de ir más lejos. Se trata de no olvidarte de ti.
Y ese es el camino que merece la pena recorrer.