¿Cómo sé que es el momento?

proyecta vida Jul 19, 2025

Hay momentos en la vida en los que algo dentro de ti empieza a incomodar. Puede que no se note desde fuera, pero tú lo sabes. No te sientes bien del todo, aunque lo tengas “todo”. Hay una sensación sutil —o a veces estruendosa— de que algo no encaja.

Y no siempre llega con claridad. A veces se presenta como cansancio, desmotivación, irritabilidad o una sensación constante de correr sin llegar a ningún sitio. Otras veces aparece como una voz silenciosa que repite: esto no puede seguir así.

Lo que estás sintiendo no es casualidad. Es una señal.

 

Cuando la vida te avisa, pero no escuchas

 

Muchas veces, antes de un gran cambio positivo, atravesamos una etapa de incomodidad o incluso de dolor. Como si la vida te estuviera empujando a despertar. Como si el caos viniera a avisarte de que no puedes seguir postergando lo que sabes que necesitas.

Pero ignorar esas señales —esas molestias, ese vacío, ese malestar que se repite— solo hace que se intensifiquen. Hasta que la vida te detiene. Y entonces, ya no puedes mirar a otro lado.

Las experiencias incómodas no son un castigo. Son mensajes. Avisos que te invitan a parar, mirar y decidir. Como bien dice una frase que subrayé hace poco: "Todas las experiencias de la vida son lecciones que nos enseñan a hacer caso de esas señales."

 

¿Y si esto no fuera solo una crisis, sino un punto de inflexión?

 

Sé que es difícil verlo cuando estás dentro del torbellino. Estás sobreviviendo, apagando fuegos, intentando que el día no se te coma viva. Pero justo ahí, en medio del caos, suele surgir la gran pregunta:

¿Es este el momento de hacer un cambio?

La respuesta no siempre es clara de inmediato. Pero hay indicadores que puedes observar:

  • Estás constantemente agotada, aunque duermas.

  • No te sientes conectada con lo que haces, pero sigues porque “tienes que”.

  • Has dejado de escucharte, de cuidarte, de priorizarte.

  • Sabes que quieres algo distinto, pero no sabes por dónde empezar.

  • Sientes que, si no haces algo pronto, te vas a romper.

Si te reconoces en alguno de estos puntos, tal vez no sea el momento perfecto (nunca lo es), pero sí puede ser el momento real. El momento en el que dejas de sobrevivir y empiezas a proyectar.

 

No tienes que tenerlo todo claro. Solo necesitas empezar

 

Muchas mujeres con las que trabajo llegan diciendo: “No sé lo que quiero, pero sí sé que no quiero seguir así.”

Y eso es suficiente para empezar.

No necesitas respuestas definitivas, solo la decisión de atender lo que ya no funciona. A veces se trata de soltar algo que ya no encaja. Otras veces, de rediseñar una forma de vivir más alineada con quién eres ahora.

Ese cambio puede comenzar con una conversación, una pregunta honesta, una primera acción pequeña. Pero lo importante es esto: no ignores lo que sientes. Porque ignorar los problemas no es saludable. Y tú mereces una vida vivida con claridad, no solo aguantada con resignación.

 

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¿Y ahora qué?


 Si intuyes que ha llegado el momento de dar un próximo paso, no estás sola.

Mi método Proyecta V.I.D.A. nació para acompañar precisamente a mujeres como tú: que quieren recuperar el control de su vida, rediseñar sus días con intención y vivir con dirección, sin tener que renunciar a su paz, su familia ni sus sueños.

 

Recuerda: los grandes cambios positivos suelen venir precedidos de experiencias incómodas.

No te asustes si estás en medio del caos. A veces, es solo la antesala de un nuevo orden.

¿Quieres explorar si este puede ser tu momento? Haz el test de autodiagnóstico y encaja la primera pieza.

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